miércoles, 18 de mayo de 2016

Hércules y el Toro de Creta

Euristeo envió después a Hercules a Creta, donde un toro estaba devastando la isla, este recorría Creta exhalando fuego por las narices y destruyendo todo a su paso. Después del complicado trabajo con los pájaros de Estínfalo, Hércules dispondría fácilmente del Toro Cretense. Este animal debía ser sacrificado en honor de Poseidón bajo el auspicio del rey Minos, que no tenía valor para hacerlo. En aquella época, Minos, rey de Creta, controló muchas de las islas en los mares alrededor de Grecia, él era un rey tan poderoso que los atenienses le rendían tributo cada año. Minos mismo, para probar su demanda al trono, había prometido al dios del mar, Poseidón, que sacrificaría lo que este le enviara por el mar. Poseidón envió un Toro, pero Minos pensó que era demasiado hermoso matarlo, por lo tanto sacrificó a otro Toro. Poseidón se puso furioso con Minos debido a que este rompió su promesa.
En su cólera, hizo que el toro creara alboroto por toda Creta, y a la esposa de Minos, Pasifae, la hizo enamorarse del animal. Se había enamorado del toro y había hecho el amor con él, tras lo cual quedó embarazada del Minotauro. Consecuentemente, Pasifae dio a luz al Minotauro, a un monstruo con cabeza de Toro y cuerpo de hombre. Minos tuvo que encerrar a la bestia en un laberinto, un laberinto enorme que se extendía por debajo del palacio. Cada año el Minotauro era alimentado con los presos de Atenas. Cuando Hércules llegó a Creta, luchó fácilmente con el Toro venciéndolo para luego llevarlo ante el rey Euristeo. Euristeo quiso dedicárselo a Hera, pero como la diosa no aceptó la ofrenda, el animal fue puesto en libertad. Este vagó alrededor de Grecia, aterrorizando a la gente, hasta que finalmente llegó a Maratón, una ciudad cerca de Atenas.
Heracles atrapó al toro y lo llevó vivo a Micenas y Tiryns para liberarlo posteriormente. El toro entonces sembró el terror cerca de Maratón, en las afueras de Atenas, donde
finalmente lo mató Teseo.


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